domingo, 9 de febrero de 2014

Acerca del problema de la comprensión simbólica en la psicología profunda (Die Tiefenpsychologie): Una aproximación al paradigma de la complejidad



Acá pretendo hacer una propuesta analítica, que va más allá de sólo entender a la psicología profunda como una línea del conocimiento basado en el estudio de lo inconsciente sino como un movimiento que dio un giro histórico a toda comprensión de la psique humana. La cual no es muy comprendida y conocida en nuestro contexto cultural sino que esta fragmentada por posiciones dogmáticas entre las escuelas en la académica. De modo, que la dificultad radica en poder mostrar las problemáticas que se llevan a cabo por no estudiar la profundidad histórica, epistemológica y ontológica de los contenidos de una teoría. De ahí, que los malentendidos conciernan al exceso uso de conceptos, que son provocados por el problema de las traducciones y el sentido de algunas palabras en determinado contexto. Generando así confusión entre estas, creando anulación lingüística en términos de significación y aplicación. De modo, que los conocimientos de la teoría, los métodos y las técnicas, sean un complemento de la comprensión de lo humano por lo humano. 
Introducción

La comprensión en la psicología profunda es un saber que se constituye mediante el análisis personal y la práctica o conocimiento de la teoría puesta a prueba. De modo, que la dificultad radica en poder mostrar las problemáticas que se llevan a cabo por no estudiar la profundidad histórica, epistemológica y ontológica de los contenidos de una teoría y las experiencias vividas. Es por eso, que en el plano académico se hace de manera fragmentada e incoherente, permitiendo así la confusión en términos del contexto académico al porvenir de la práctica. 

Por eso, la idea de esta propuesta es poder mostrar las falencias e injusticias por parte de la academia por reducir la comprensión de la psicología profunda, en cuanto a su función de enseñar y enlazar con el saber integral. Porque, el mantener una visión unilateral es limitar la comprensión. De ahí, que los malentendidos conciernan tan sólo al uso de palabras; provocados entre otras cosas, por ciertas analogías entre las formas de expresión en determinados dominios de nuestro lenguaje (a veces provocados por el problema de las traducciones y el sentido de algunas palabras a determinado contexto). Por lo tanto, si se hace una confusión entre estas, constituye una anulación lingüística en términos de significación. 

Por ejemplo, en el caso de leer y apropiarse de conceptos que no tienen un equivalente exacto o que no (tienen el mismo sentido) están escritos en la lengua materna. Por ejemplo, en el caso de la palabra que designo Freud de Verneinung (negación) tuvo una transformación al pasar al francés con la palabra forclusión (La forclusion) término que retoma Lacan. No sólo para describir el fenómeno de la negación pero en un sentido más amplio. Pero, el problema es que para pocos, este término, pertenece al campo jurídico y sin saber lo hablamos como cliché. Por eso de nada nos sirve andar haciendo interpretaciones al azar usando terminología que no se comprende y por el contrario, agrediendo fuera del contexto. Porque, en la psicología profunda la terminología ha de utilizarse solo con usos prácticos; no para enjuiciar o estereotipar, lo cual se considera una agresión fuera del contexto analítico. He ahí la importancia del análisis de dominar, entendiendo la palabra dominar como discurso de poder, saber y “Ser” capaz de comprender un lenguaje. En este caso, comprender un lenguaje es arrojar una luz sobre nuestro problema quitando de en medio los malentendidos. 

Estos malentendidos que conciernen "al uso de palabras; provocados entre otras cosas, por ciertas analogías entre las formas de expresión en determinados dominios de nuestro lenguaje". (Wittengstein 1953, Pág. 106). De ahí que el saber de los conceptos y la terminología se comprendan en función de lo práctico. Entonces, siguiendo esta idea de la psicología profunda. El sentido radica en la re-orientación acerca del estudio de la subjetividad. Porque, todo progreso de la humanidad ha vinculado lógica y objetivamente el abordaje de la naturaleza. Pero, no se ha preocupado por el desarrollo subjetivo en varios sentidos que abarcan las ciencias y las actividades anímicas. 

De ahí, la importancia de empatizar dentro de las experiencias vividas (Adler, 1914). Porque, en el campo terapéutico e incluso en el académico, se ha acostumbrado tan sólo a obrar basándose en aplicar mecánicamente métodos y fórmulas. Lo cual, es pertinente saber y conocer pero no aferrarse a la unilateralidad de las teorías y los métodos, de lo contrario sacrificamos la subjetividad por dejar una base a nivel objetivo, lingüístico y conceptual del fenómeno. Así pues, esta tendencia no es apropiada en la practica, porque desgraciadamente esto genera exigencias demasiado limitantes, que se expresan casi igual que cuando se lee un libro y se relee en su idioma original se van a encontrar distorsiones, pero para ello se necesita es comprensión no interpretación. 


La cosmovisión (Weltanschauung) de la Psicología Profunda

En la actualidad, la enseñanza está basada en los conocimientos del momento y sólo bajo la premisa de que lo más importante de la enseñanza es el de la teoría, los métodos y las técnicas, pero se deja a un lado la comprensión de lo humano por lo humano. No quiero decir con esto que otras posturas no lo sean, pero es precisamente en esta línea donde se necesita profundización y complejidad. Para evitar las interpretaciones silvestres o las simplificaciones. Sin embargo, es pertinente también decir acá que comprender no es interpretar, pero que no son mutuamente excluyentes ya que toda interpretación se encuentra precedida por la comprensión. 
Entonces, la comprensión acá es informar - comunicar - enlazar. Es por eso, que la problemática en sí, es cuando llega el uso de psicologismos y los tecnicismos que yacen de la “Ceguera”, “Sordera” de las recetas y de los pensamientos “Dogmáticos”.

En efecto, este es un punto limitante de la formación académica; Porque si llegará a pasar que la psicología profunda llegará a la academia en todo su sensus strictus esto significa que la universidad tendría que tener personal instruido en la respectiva línea, acompañada del análisis didáctico, sea psicoanálisis, analítica, individual etc. Sin embargo, esto debería ser incluido en psicología y todas las modalidades de la salud.

Esto último, más allá de adiestrar a un profesional a en esta disciplina. Es poder orientarlo a conocerse más sobre sí mismo y conocer sus aspectos sombríos e instintivos con el fin de asignarles una psiquización dentro del proceso de concientización (Es decir, de Animal humano a Ser humano). Sin embargo, esto no significa crear mecanismos ni herramientas de defensa; sino que la persona se dé cuenta de sus limitaciones y las trabaje tanto para su salud personal como para la colectiva que entre otras cosas está vinculada a la práctica. Porque, siempre se ha tenido la visión o más bien la ilusión de que el psicoanalista, el psicólogo, el psiquiatra, etc., es inmune a estos fenómenos de la salud por tan sólo saber la teoría y tener la formación. Eso es falso, al igual que los demás y capaz de una manera más inconsciente. Así pues, está igualmente indefenso. Entonces, ante esto:
…“nosotros los profesionales de ayuda, no estamos libres de mal. Pero podemos aprender a lidiar con él.”… “Una objeción importante podría ser llevada acá por el analista sincero que se encuentra en permanente contacto con su propio inconsciente, estudiando cuidadosamente sus sueños y cualquier otra manifestación. Se podría pensar con toda seguridad lo alejaría del papel de charlatán, falso profeta, o analista profundamente destructivo. Pero no es así. Así como las demás personas nosotros los analistas también acostumbramos a tener un punto ciego con respecto a nuestra propia sombra”. (Guggenbrühl-craig, 1978, P. 15-41)
Por varias razones, es de vital importancia tener en cuenta este punto y más allá de argumentos o negaciones acerca de esta realidad, existen varios casos que están documentados acerca de analistas que estuvieron predispuestos y terminaron aislados en graves conflictos. Incluso, acabando con sus propias vidas como en el caso de los suicidios de Herbert Silberer (Probleme der Mystik und ihrer Symbolik, 1914), Bruno Betthelheim (The Uses of Enchantment: The Meaning and Importance of Fairy Tales, 1976 ) y Gillez Deleuze (Différence et repetición, 1968) entre otros. Entonces, he ahí el problema fundamental de permanecer vital y mantenerse durante toda la vida. Por eso:
“hay que confesar que existen problemas que de ningún modo se pueden resolver con los medios propios. Esta confesión tiene la ventaja de la probidad, de la verdad y de la realidad, y así al asumir esa imposibilidad se ponen las bases para una reacción compensatoria… es decir, de quien reconoce la existencia del problema está inclinado a prestar atención a una ocurrencia o percibir ideas que antes no había dejado aparecer” (Jung, 1970, Pág. 37)
También, hay que tener en cuenta la sentencia latina de <Ultra posse nemo obligatur> (nadie está obligado a hacer más de lo que es capaz) y que el tener convicciones de esto y aquello ciegamente es un limitante en sentido de la rigidez con la que se manifiesta. Y es está misma la que enceguece el juicio por su “seguridad“, pero siempre y cuando se tenga la flexibilidad de admitir los errores (o se dejar fluir el entendimiento), la verdad podrá aflorar en términos de comprensión.

Así pues, la comprensión se manifiesta desde la totalidad. Es decir, en una nueva visión más amplia o por lo menos más diferenciada. Sin embargo, como dice Murray Stein: “Si la totalidad es el objetivo de nuestro deseo humano más profundo, también es algo que abarca nuestra vida entera y todos nuestros esfuerzos de auto expresión. No es algo que logramos una vez y para siempre”. (Murray Stein, 1996). De modo, que el fin de está en poder intentar comprender que le sucede a la persona para poder darle herramientas que le permitan elaborar su respectiva problemática (complejos, trauma o limitaciones). 

La psicología profunda permite desde varias perspectivas intentar abordar los respectivos casos. (Con respecto a esto, no es necesario ser erudito a tener un conocimiento amplio de los diferentes autores que pueden ir de Freud a Joseph Cambray). Está propuesta es con el fin de no mantener una visión unilateral de la salud y los casos clínicos que se puedan presentar; sino indagar una mejor propuesta desde otro punto de vista en lugar de mutilar y someterlos a un determinado caso de la teoría con el fin de encajarla, como suele pasar con los diagnósticos del DSM V, Cie 11. Ya que existen diferentes tipologías que de igual manera antes patologizar, lo mejor es observar si los fenómenos y los síntomas que están afectando de manera per se al paciente, o tan solo sean proyecciones productos de una disociación. 

Esto permite que se encasille el diagnostico en una patología, dejando a un lado elementos transferenciales/contra transferenciales. Incluso, por más fachada o lógica tengan lo que genera este tipo de comprensión es dejar a un lado u ocultar otros hechos esenciales. Es decir, tan solo una visión unilateral de las cosas.

De ahí que la formación personal sea importante e indispensable, porque el asunto no es solo interpretar, esto es lo más fácil y lo más peligroso. Porque, sabemos que la interpretación precede de quien la hace. Por eso, Freud ya había hecho énfasis en este punto con respecto a los análisis silvestres o superficiales. De modo, que la comprensión y el conocimiento personal junto a la formación es lo más complementario a saber. Además, se debe tener conocimientos de culturas, religiones y mitos. Sin embargo, la gente no presta atención a esto, pero su importancia en cuanto a su contenido y sentido abarca mucho. Es decir, no es consciente y no se percibe, tan solo se hace como en el caso de las tradiciones. De modo, que no se tiene en cuenta a la historicidad del hombre, respecto "al significado entre el todo y sus partes para la comprensión del mundo y sus concepciones desde lo subjetivo". (Dilthey, 1944).

Entonces, retomando el asunto transferencial y contra transferencial es un fenómeno que de no tener el conocimiento y saber anterior, puede repercutir de manera significativa. Porque muchas veces, la transferencia no solo radica en un deseo o amor  sino que también se manifiesta en demandas de poder o de trascendencia que puede ir de lo espiritual a lo superficial. De manera, que el fenómeno requiere varios niveles de comprensión: Corpóreo, lingüístico y simbólico.

De todas estás la más complicada de establecer es la comprensión simbólica, ya que involucra cosas que están más allá del lenguaje y de un conocimiento racional. Es decir, que no sólo ha de entenderse con una postura racional. Por ejemplo, las imágenes tienden a expresarse, y de alguna manera son profundas e inconscientes. Además son las encargadas de llevar a cabo aislando una serie de contenidos que conllevan a las acciones neuróticas, alucinatorias o simplemente fantaseadas. Pero, mostrando o diciendo esto, ¿soluciono algo? ¿Me libraré y libraré ha alguien del daño y el dolor? Todo esto es un proceso y en parte, las imágenes son el resultado de las estructuras que hemos creado, las creencias, la educación, el cuerpo el nombre, las experiencias, ideales etc.  Esto es lo integral, lo consciente e inconsciente. 

Entonces, porque cuando nos ofenden, ¿se puede hacer daño a una imagen? 
"Si digo que soy un exitoso arqueólogo y me dicen o se empeñan a decirme algo contrario a la imagen identificada por mí y me hiero. Entonces, decimos ¿porque nos sentimos afectados en este caso?".  (Krishnamurti, 1982).
Este hecho es porque a las imágenes se le ponen sentimientos, cargas afectivas y demandas, de manera inconsciente que por diversas maneras, mecanismos, o hechos que se disocian de la conciencia. Entonces, he ahí su malestar entre su forma de expresión sobre las demandas interiores con las exteriores. Sin embargo, la imagen y el símbolo no son reales en sí. Pero, si una persona está bajo influjos de contenidos inconscientes bajo cualquier circunstancia y además se ha dañado esa identificación con esa determinada imagen “al simbolizarla, la experiencia emocional se vuelve gobernable, sea que en su origen se la sienta como una respuesta a dolorosos estímulos externos, sea que la experiencia externa se sienta como la confirmación de una penosa experiencia psíquica interna” (Bion, 1970, P. 64). 

Entonces, ahí se desencadena esto que el hombre siempre evita en tanto puede proyectar todo lo negativo sobre su mundo circundante. Por consiguiente, su reacción es que pueda que hiera a otros inconscientemente. Por eso, si uno está en situación de ver su propia sombra y soportar el saber que la tiene, al menos tendremos un producto de la imagen que tenemos nosotros mismos más sincera, más real.

Esto al menos da un análisis más integral para abordar el fenómeno general de la comprensión simbólica y permite indagar acerca de las limitaciones entre la academia y práctica de la psicología profunda en cada uno de sus sustratos. Que en la mayoría de casos se escapan a nuestros ojos porque son de carácter emocional. Sin embargo, esto permite a las personas generar una perspectiva más sincera que les permita vivir con ellos y emprender un camino más real y menos fantasioso que se vive y se transforma en el día a día.

Por eso, al estar suprimida esta conexión de la comprensión con nuestro entorno y demás, se sacrifica también nuestra experiencia vital con el sentido; El sentido a la vida. Es por eso que la comprensión radica en esta parte del proceso de enseñanza en la psicología profunda; de que no solo es para la académica sino para la vida misma. Para poder llevar a cabo una mejor praxis. Ya que  la comprensión es circular y los sentidos cambian en las diferentes etapas de la vida.

Por eso, hablamos de que la comprensión sea circular o se exprese como un fenómeno circular; es decir, que más allá de su significación matemática, geométrica y lógica de enunciar la raíz latina de coniuctio (unión). Que es simbólicamente el proceso que precede y culmina con la comprensión. En la naturaleza se expresa con los ciclos,  las estaciones, y demás equinoccios. Nietzsche estaba más cerca de esta apreciación con la idea del eterno retorno. Que en este caso Freud y Jung enlazaron esta idea en sus diferentes postulados presentes como la representación del nacimiento-muerte, Amor-odio, y los arquetipos de la vida y la muerte expresados en la primera y segunda etapa de la vida.  Además, que es lo mismo que sucede en el proceso de autoanálisis y elaboración terapéutica en el sentido de recrear. 

De ahí, la importancia de enlazar y hacer justicia con varios que acompañaron el proceso de creación del movimiento de la psicología profunda. Que por la falta de comprensión esta parte sombría se fue directamente a la academia. Además, de no procurar la crítica y la reflexión tan solo se ha dedicado a plasmar ideas de teorías. Es decir, a repetir más, y no construir conocimiento, esto es:
“El fenómeno de los dictadores y toda la miseria que han causado es debido a que se ha despojado al hombre de su tendencia al más allá por la estrechez de miras de los «omnisapientes». De este modo se ha sacrificado también al inconsciente. La tarea del hombre debería consistir precisamente en lo contrario, en llegar a adquirir consciencia de lo que le impulsa desde lo inconsciente, en lugar de permanecer inconsciente o idéntico a ello. En ambos casos crearía consciencia desleal a su destino. En lo que no es posible alcanzar, el único sentido de la existencia humana consiste en encender una luz en las tinieblas del mero ser. Incluso hay que suponer que, al igual que lo inconsciente actúa en nosotros, también el incremento de nuestra consciencia influye en el inconsciente.” (Jung, 1961, P.382)
Esto es la tendencia e idiosincrasia que ha mantenido la educación con respecto a la enseñanza tanto en la psicología como otras ciencias han legado por generaciones. Porque tal como también Freud lo dijo alguna vez, en el último párrafo del malestar en la cultura: “Y ahora cabe esperar que el otro de los dos «poderes celestiales », el Eros eterno, haga un esfuerzo para afianzarse en la lucha contra su enemigo igualmente inmortal. ¿Pero quién puede prever el desenlace?” (Freud, 1980, P. 140)

Por eso, en la psicología profunda la creatividad y la comprensión son vitales. Porque promueven el pensamiento complejo y he ahí la aproximación al paradigma de la complejidad. En donde el problema de la academia, es limitar los espacios de comprensión. Y esto tiene que ver con el modo en que se ha enseñado y educado. 

Psicología profunda y Pensamiento Complejo

Ante esto, es pertinente decir que: "seguimos regidos por dos ilusiones heredadas del pensamiento positivista, la primera, en pensar que la complejidad conduce a la eliminación de la simplicidad, lo cual es falso, es todo lo contrario, el pensamiento complejo une, integra, va a la búsqueda de las conexiones. En este sentido rechaza el reduccionismo, el cual consideró la descomposición del todo en sus partes, para conocer. La segunda ilusión, la cual sería creer que el pensamiento complejo es completud. Esto significaría caer en una totalidad como un absoluto. De modo, que no se debe olvidar que el conocimiento es inacabado e incompleto". (Morin, 1990). 

Por eso, el paradigma de la complejidad busca la riqueza de las complementariedades y en los antagonismos. Lo que implica el reconocimiento del pluralismo, la diversidad y la relatividad, pero debe advertirse que no significa el falso consenso y la tolerancia sin reflexión crítica.  Cómo sucedió en el pasado, en la construcción del movimiento de la psicología profunda. Dejando a un lado varios que acompañaron el proceso y fueron perdidos en el tiempo atribuyendo sus ideas a otros. 

De ahí, la aproximación del paradigma de la complejidad, al problema de la asimilación de la comprensión de la psicología profunda. Ya que su pensamiento rechaza toda actitud que niegue el diálogo y la discusión, cualquiera sea su origen, ideológico, científicista, religioso, económico, político o filosófico. Ya que el saber compartido debe conducir a una comprensión integral y compartida, fundada sobre el respeto absoluto de las alteridades unidas sin discriminar.

La comprensión humana se puede enseñar. Después de todo sin tener una perspectiva Newtoniana-cartesiana, es que la verdad en la actualidad limita varios campos científicos y áreas de conocimiento. Dadas las necesidades actuales "ejercemos cada vez más pensamientos que mutilan la realidad, que separan las cosas en lugar de conectarlas entre sí". (Morin, 2000). 

Entonces, está forma de comprender los fenómenos, deja de ser lineal, simple, irreversible para desarrollarse de manera crítica y reflexiva. Además, "incorpora la necesidad de un diálogo continuado entre las distintas formas de conocer el mundo dada la existencia de incertidumbres en cada una de ellas, propugnando la importancia del diálogo entre una visión específica y una global que incorpore el azar y la indeterminación." (Morin, 1990) 

Así, podemos tener una visión más perspectiva más acerca de la construcción del conocimiento y permite elaborar cuál es la dinámica de los fenómenos naturales y sociales del mundo. De modo que el conocimiento este en un mismo espacio y tiempo, que los pensamientos que se excluyen y al mismo tiempo se complementan, como: el pasado y el presente, lo personal y lo colectivo, lo objetivo y lo subjetivo, lo humano y lo ecológico.

Para concluir, no está de más advertir, que más allá de dar ideas o recetas conclusivas. Es ampliar la comprensión de esta disciplina con el fin de que se promueva el re-pensar de los postulados ya propuestos sin descartar también las perspectivas de otras disciplinas para así; darle una valoración crítica adecuada a nuestra cosmovisión y no cometer los errores del pasado. Porque, como decía Heráclito de Éfeso: “Lo único que perdura es el cambio”. 


Bibliografía para aquell@s que quieran profundizar:

  • Adler, A. (1914) Individual Psychology. New Jersey: Rowman and Allanheld, 1973.
  • Bion, W. (1970) Atención e interpretación. Editorial Paidós Biblioteca de psicología profunda, Buenos Aires.
  • Dilthey, W. (1944) El mundo histórico. Edición y traducciones dirigidas por Eugenio Ímaz, para la editorial Fondo de Cultura Económica México. 
  • Freud, S. (1980) El porvenir de una ilusión, El malestar en la cultura y otras obras. Vol. XXI. Buenos Aires/Madrid: Amorrortu.
  • Guggenbühl, C. (1978) O abuso do Poder na Psicoterapia e na Medicina, Servicio Social, Sacerdocio e Magisterio. San Pablo: Achiamé.
  • Jung, C.G. (1970) Arquetipos e inconsciente colectivo. Barcelona: Ed. Paidos Ibérica, 2009. 
  • Jung, C.G. (1961) Recuerdos, sueños, pensamientos. Editorial Seix Barral, S. A 2001.
  • Krishnamurti. J. (1982) The Nature of the Mind, Conversations with David Bohm, Rupert Sheldrake and John Hidley.  Ojai, California.
  • Morin, E. (1990) Introducción al pensamiento complejo. Gedisa Editorial, reimpresión, Barcelona, España 2005.
  • Morin, E. (2000) Las cosas probables no suelen ocurrir. Entrevista a Morin. (Documento en línea). Centro Nacional para la Investigación Científica. Francia. Disponible: http://www.comp.org
  • Stein, M. (1996) Practicando la totalidad, Nueva York: Chiron.
  • Wittgenstein, L. (1953) Investigaciones filosóficas Parte I edición bilingüe Alemán-español Editorial critica S.A. Barcelona, España 1988.



domingo, 26 de enero de 2014

Los Sueños como Símbolos

Es bien sabido que ambas palabras, tanto "sueño" como "símbolo" carecen de todo significado y se suele confundir con "dormir" y "signo". Por eso, encontramos que la palabra sueño proviene del griego:Ὕπνος" (Hýpnos) que se refiere al acto de dormir y desear tener sueño y en la mitología la personificación sueño.

La palabra símbolo, proviene del griego "σύμβoλoν" (symbolon) deriva de una práctica concreta de la antigüedad de romper una moneda en dos partes y distribuir dichas partes entre dos partidos contrayentes. Cuando luego estos dos partidos se unen y presentan sus partes, vinculando lo que previamente se había roto en mitades, su contrato cobra validez. El symbolon es el objeto que, cuando se hace total, vincula las partes y valida el acuerdo o entendimiento. Un símbolo, entonces, tiene un pie en dos (o más) áreas y las vincula. Sin el símbolo se mantienen divididas y separadas, incapaces de relacionarse entre sí

Ante esto, es pertinente aclarar que más allá de hacer un recetario o sacar conclusiones, es poder hacer un análisis reflexivo que permita la integración de varias consideraciones de los sueños y así, poder generar una contribución más comprensiva de tan amplia y compleja temática.


Historia del estudio de los sueños

El misterio que encierran los procesos oníricos y el desafío que imponen para la comprensión de ese lenguaje simbólico hacen que ejerzan una atracción imposible de obviar, al contrario crea una necesidad de ir hacia su comprensión. Entonces, sabemos que una de las fuentes más antiguas en sus diversas versiones que trata el tema de los sueños es la Biblia, en donde, existen aproximadamente 1800 referencias a sueños y visiones. Muchos de estos hechos fueron resueltos a través de la sabiduría transcendental de la época, donde por medio de pasajes, Dios habla a través de sueños y visiones transmitiendo mensajes proféticos o de motivación.

En Génesis 15;2 se reporta como el hebreo Jose interpretaba sus propios sueños y de los demás a través de su intuición. En un sueño, él pudo prever que sus hermanos lo venderían como esclavo al Egipto, más tarde, el Faraón le consulto para que le interpretara un sueño que lo desconcertaba mucho, en el que José previa siete años de prosperidad seguidos de siete años de hambruna en Egipto. Como el sueño fue bien interpretado, el Faraón quedo muy agradecido, dándole libertad y nombrado a el como gobernador de Egipto bajo las órdenes directos solamente del Faraón.

Los antiguos egipcios usaban sueños premonitorios. En la elaboración de los sueños, ellos eran clasificados en tres categorías: "los sueños históricos, los sueños de guerra, donde una deidad traía un mensaje de fuerza y aliento a los sueños del Faraón y los sueños de oráculos, que traían la solución a graves problemas". (Anwandter, 1998). Asimismo, los griegos tuvieron en cuenta la importancia de los sueños, aunque de una manera un poco más primitiva. Sin embargo, tuvieron un gran avance cuando empezaron a tener una idea más concreta del mundo interno y externo que cada ser humano posee, acercándose al pensamiento contemporáneo.

El libro más antiguo de los sueños que se conserva es el Oneirokritiká (Ὀνειροκριτικὰ) o la Interpretación de los sueños de Artemidoro de Daldis. Que reúne además del contenido onírico un estudio de la psicología humana. Porque según Artemidoro, "la clave para entender el funcionamiento y significado de los sueños es el simbolismo". (Ruiz, 1989).

Artemiodoro, establece una división de los sueños en términos muy generales y dice que pueden ser “directos” o “simbólicos”. Los primeros, como su propio calificativo indica, son aquellos en que lo que se sueña no precisa de interpretación alguna, mientras que los que llama “simbólicos” dice que son aquellos donde lo que se nos aparece mentalmente en tanto dormimos es algo que se nos presenta como un enigma. 

Así el elabora su tratado en diversas clasificaciones, distinguiendo entre sueños verdaderos, oráculos, visiones, fantasías y apariciones. Del mismo modo también diferenciará entre sueños que predicen hechos futuros y aquellos que tienen que ver con el presente, por eso Artemidoro hace hincapié en que los sueños son exclusivos del soñador, afirmando que aspectos personales y sociales afectarían los símbolos en un sueño. 

Teniendo en cuenta que los sueños podrían no tener influencias externas, algunos filósofos griegos empezaron a cuestionar el origen de estos fenómenos, porque la mayoría de ellos estaban interesados los sueños y sus significados. Sostienen además que Platón (428-348 aC) se dio cuenta de que los sueños podrían afectar la vida de una persona de una manera muy significativa. De acuerdo con Julia y Derek Parker: “El primer paso en la moderna interpretación de los sueños fue tomada en el siglo 5 AC: el filósofo griego Heráclito (544 – 483 AC) sugirió que el mundo del sueño de una persona era peculiar a ellos, y no era necesariamente debido a influencias externas - incluso la intervención de los dioses”. (Julia e Derek Parker, 1995).


Aristóteles, abordó en su obra Parva Naturalis, en la sección De Divinatione per Somnum, que los sueños están constituidos por la influencia de las emociones y los efectos sensoriales que ocurren durante los eventos del día. Incluso, abordó los sueños adivinatorios de una manera casi materialista y negó toda intervención sobrenatural en el proceso onírico vinculando los sueños a la naturaleza. Ante esto Julia y Derek Parker, sostienen:
“Él también adelantó la teoría de que los sueños eran un reflejo del estado corporal, y por lo tanto, un médico podría usar el sueño de un paciente como medio de diagnóstico de una enfermedad. Esta idea fue apoyada por Hipócrates (460 – 357 AC), el fundador de la medicina moderna, y es prevalente hasta hoy”.
Sin embargo, ya adentrándonos en tiempos más cercanos el que realmente le dió un matiz netamente psicológico fue Carl Gustav Carus es uno de los pioneros en darle a los sueños desde una perspectiva de influencias del inconsciente y resulta interesante desde la perspectiva actual por cuanto no es solamente apsicológica, sino que se fundamenta en los conocimientos biológicos de su tiempo. El "inconsciente" postulado por Carus posee una condición biológica, material, a la vez que psicológica. 

En esta perspectiva el inconsciente se reconoce como fundamento indispensable del pensamiento racional.  Lo cual termino por influenciar más adelante a Sigmund Freud por la elaboración de una teoría de los sueños y por otro lado a Carl Gustav Jung por la continuación de la interpretación y comprensión de los sueños en modo de valiosos aportes de la vida psíquica tanto como una re-valorización de los factores inconscientes del psiquismo, habitualmente denostados por los antropólogos y moralistas de la modernidad. 



El valor de los símbolos en la interpretación y comprensión de los sueños

Sigmund Freud, fue el pionero en la elaboración de una teoría de los sueños bajo el esquema que el sueño tiene dos premisas: la primera es que el sueño es un jeroglífico el cual siempre se halla bajo un sentido oculto que hay que descifrar; la segunda es que el sueño es un cumplimiento de deseos.

Entonces, en primer lugar el hecho de que se interpretara un sueño significaba hallarle su sentido oculto o investido, adoptando así una operación onírica, que no es más que la capacidad del soñante para expresar en imágenes, estímulos, vivencias o restos diurnos en términos de su necesidad de traducir estas imágenes en palabras. Dándole a su tesis una categoría netamente mnémica (memoria) a condición de que existe una infidelidad por parte de la memoria, en términos de hacer reminiscencias de acontecimientos o vivencias psíquicas anteriores.

De ahí que dicha condición perjudique la interpretación del sueño, por ser producto de las resistencias. Además de estar sometida y al servicio de la censura en el momento de relatar el sueño. Así Freud lo especifica:


“Lo que recordamos del sueño y sobre lo cual ejercemos nuestras artes interpretativas esta en primer lugar mutilado por la infidelidad de nuestra memoria, que parece sumamente incapaz de conservar al sueño y quizás ha perdido justamente el fragmento más significativo de su contenido”. (Freud 1900, Pág 546).

Entonces, en primer lugar el hecho de que se interpretara un sueño significaba hallarle su sentido oculto o investido. Pero Jung, que para ese momento era discípulo de Freud, no estuvo de acuerdo con la gran importancia que su mentor había dado a la sexualidad. Incluso con respecto al origen de los sueños, porque no creía que la mayoría de ellos fueran de trastornos sexuales. De manera, que estas divergencias dieron nuevos frutos a nuevas propuestas en las ideas de Jung con respecto a los sueños:

“El sueño no es un disfraz, sino que realmente significa lo que esta diciendo. De ahí que la herramienta básica para el sueño sea la actitud, ya que permite evitar toda tendencia a buscar el significado del sueño. Asimismo Freud lo dice en términos de una tendenciosa labor por buscar el valor y un significado del sueño”. (Jung, 2004. Párr. 542).

Para Jung, la naturaleza de los sueños son expresiones creativas del inconsciente y no la reaparición parcial de contenidos reprimidos. Jung sugiere que los sueños frecuentemente reflejan el trabajo de una pulsión hacia la salud y la madurez psicológica; su función es la de restaurar el equilibrio psicológico del soñador con una finalidad. Es decir, los sueños tienen una función prospectiva hacia el futuro, como anticipación de acontecimientos futuros. Jung creó la expresión de que los sueños son un “ejercicio preliminar o esbozo”.(Jung, 1948/1974, p.41).

Para Campbell, insiste en que los sueños están para que podamos llegar hacia un nivel de consciencia que es espiritual. Los mitos: “son los sueños del mundo. Son los sueños arquetípicos que tratan los grandes problemas humanos”. (Campbell, 1998, pág. 45).

Por lo tanto, lo importante es poder conectar lo que no conseguimos ver conscientemente, con frecuencia lo ve nuestro inconsciente que nos transmite la información por medio de los sueños. A partir de esta concepción sabemos que dentro de la historia existen varias perspectivas acerca de los sueños que han trascendido desde épocas antiguas.

El sueño también nos trae los misterios del alma humana y es un claro ejemplo de los límites del saber. Sin embargo, siempre hay un resto de actividad psíquica; mientras se duerme se procede al desarrollo de la imaginación onírica y a su fijación incierta a saber de dónde procede o qué pretende la imagen que se percibe.

Por eso, frente a los sueños, no hay ni estudios ni experiencias que resuelvan o nos lleven a la comprensión directa de los mismos y sobre todo si los vemos como algo lineal y reduccionista. Entonces, al ver que “la naturaleza de los sueños tiene una amplitud inimaginable pero cuando hacemos el ejercicio de la contemplación de los mismos inmediatamente surgen ideas en relación al mismo, esto es, establecer vínculos con nuestro mundo del estado despierto, con otros sueños, con conflictos y sus emociones, con nuestras ansias y con nuestros deseos”. (Kast, 2010).

Por lo tanto, como decíamos, para Jung todo individuo es único, vivencial e histórico en su acontecer por la vida y que es por medio de los sueños que puede acceder a la información pertinente que necesita y que en la vida diurna no son contempladas por la conciencia. Por eso Campbell destaca esta visión del sueño: 

“Los mitos son sueños magnificados, y los sueños son manifestaciones en forma de imagen de las energías en conflicto del cuerpo”... el sueño es una inagotable fuente de información sobre ti mismo.” (Campbell, 1998, pág. 73-74).
Esto nos invita a que podemos profundizar y empezar a elaborar ideas acerca de la importancia de las imágenes de la historia, las cuales están impregnadas simbólicamente como un mar de mitologías, donde los mitos pasan a ser parte de los sueños de las personas en función de sus propias condiciones existenciales que se expresan como imágenes.

Así pues, tanto los mitos como los sueños, comparten funciones como mostrarnos metafóricamente nuestro ser más íntimo, la potencia vital universal y son esenciales para nuestra individuación personal y colectiva, en el camino evolutivo que vamos desplegando, donde no es la meta lo que importa sino el camino. “De la mera vida no puede decirse que tenga una sola finalidad, sino que mira todas las diferentes finalidades”. (Campbell, 1998, pág. 311).

De modo, que la interpretación de una imagen onírica debía ser tan solo contemplada. Ya que al conferirle un significado, como hacía Freud, era también predisponer todos los contenidos, a una perpetua disociación entre consciente e inconsciente. Generando así, que el símbolo quedara reducido. De ahí, que Jung rescate la importancia de las imágenes en no reducirlas a un estado interpretativo sino que a un nivel de reflexión sobre ellas, puede ofrecer otra manera de cambiar la dirección de una actitud a otra con posibilidades de desarrollo psicológico y transformación.

Porque, aquí es donde el sueño representa una manifestación individual (donde lo colectivo está también presente) pero son “Los símbolos con los cuales nos encontramos en los sueños expresan la situación psíquica de la persona; se encuentran en ellos, también, entretanto, indicios de potenciales no vividos, aspectos de la personalidad que pueden ser vividos. Nuestro si mismo siempre tratará aspectos que aún precisan ser realizados”. (Kast, 2010)

Así el objetivo es poder conectarnos los símbolos, ya que estos son los puentes que nos reúnen con nuestro mundo interior y, poder fusionar trascendentemente lo consiente y lo inconsciente. Ante esta idea Murray Stein dice que “Para comprender como un símbolo desempeña la función de liberar y sustentar el significado dentro de la conciencia, es necesario ver cómo los símbolos crean vínculos mentales”. (Stein, 1996).

Para Jung, el contenido simbólico es una propuesta para entrar en contacto con los sueños y podernos ayudar a contemplar las cosas desde otro punto de vista. Esto con el fin de que la persona reconecte cosas que al principio pueden parecer incoherentes pero que la impresión de la conexión de esto le de sentido, Jung lo expresa así:“Los sueños son fundamentalmente claros. Cuando se consideran en una época más avanzada o al cabo de algunos años, produce sorpresa que se haya podido ser tan ciego en aquel momento”. (Jung, 2005)

Por eso, la importancia de conectar los sucesos históricos de la humanidad con los sueños. Porque, un símbolo surge como una expresión de la psique que puede abarcar más de un significado y de lo que está representando. Es decir, polivalente y poli semántico. De modo, que también es importante no confundir el empleo de símbolo con el de signo. Porque, al menos conocer esta diferenciación entre signos y símbolos puede permitir una mejor comprensión de la interpretación de los sueños.

Así la propuesta, de las dos formas del pensamiento, abarcaría una forma objetiva y otra subjetiva las cuales, tienen diferente forma de interactuar en la interpretación de los sueños. Ya que los signos son producto de percepciones objetivas y son semióticos, es decir, se refieren a conocimientos de cosas relativamente limitado.

En cambio, un símbolo se desarrolla a partir de la subjetividad y la dinámica propia de lo inconsciente. Es decir, no es un término libremente escogido porque no podemos inventar símbolos. Además, cada vez que se presentan, no han sido producidos por la intensión consciente y por una selección voluntaria; con ese procedimiento sólo se obtienen signos y abreviaturas de pensamientos conscientes. Los símbolos nos ocurren espontáneamente, como podemos ver en nuestros sueños, que no los inventamos, sino que nos suceden.


Por eso, el símbolo se mantiene vivo mientras esté cargado de significación. Así Jung, hace hincapié en que los símbolos son de carácter universal; sus estudios de la mitología, religiones y cuentos de hadas le hicieron pensar que existen tendencias universales las cuales permiten identificar imágenes primordiales. Y esta hipótesis revela que en cada individuo, se manifiesta una serie de imágenes de manera inconsciente que es común a toda la humanidad y que se experimentan de forma simbólica. Es decir, lo inconsciente colectivo:

“…La totalidad de esas imágenes constituye el inconsciente colectivo, una herencia potencialmente presente en todos los individuos…” (Jung, 1982 Pág. 24)

Por consiguiente, Jung plantea una ampliación más allá de la visión del inconsciente que había planteado Freud con el psicoanálisis. Así pues, se trascendería el inconsciente personal por el inconsciente colectivo. De modo, que el inconsciente colectivo se puede asimilar a partir de la relación de las vivencias del Hombre y su naturaleza a través de los tiempos. Por eso, el acceso directo del lenguaje de los sueños es el lenguaje simbólico pues es su medio de expresión para que los símbolos puedan acceder a la conciencia por eso es importante reconocer el papel creativo y activo de la comprensión. 


Por eso, no hay que buscar solo su verificación objetivamente desde el punto de vista racional, sino tratar de valorar su naturaleza subjetiva y emotiva. Es decir, que los sueño no sólo deben ser interpretados sino también comprendidos. Sobre todo para entender el valor de los sueños, porque incluye la importante relación entre los factores intelectuales y los valores emocionales. Por consiguiente, cambios de actitud. 


Incluso, no solamente se observa un fenómeno mental, sino también moral. En tal caso, esto explica por que a pesar de que los sueños sean símbolos y una manera universal de expresión, no podemos asignarles un mismo significado porque cada persona lo expresa y vive experiencias distintas y de manera diferente. Entonces, cuando el proceso de interpretación ofrece una apertura y una valiosa función para establecer contacto entre lo consciente e inconsciente por medio de la producción de símbolos. Es tener en cuenta que los sueños intentan restablecer el equilibrio restaurando las imágenes y emociones que expresan el estado de lo inconsciente con el fin de movilizar contenidos que permitan cambios de actitud. 

El sueño se considera interpretado cuando determinados contenidos sugieren una posibilidad de significado al soñante, y este lo conecta con sus vivencias, ya sean interiores o exteriores a determinados motivos que poco a poco se esclarecen por medio de las actitudes. 
También, los sueños influyen sobre nuestros cambios de actitudes y transformaciones de manera exclusiva y directa sobre adquisición de consciencia. 


Los sueños son la fuente más natural y universalmente accesible para acercarnos a nuestro mundo interno. Con el fin de poder percibir nuestros desequilibrios de los que no hemos podido tener consciencia o nos hace falta por resolver. Por eso, es importante, crear este puente de conexión con los sueños, es decir crear conexiones entre lo consciente y lo inconsciente, las percepciones y nuestros valores, porque al relacionarnos con ellos abrimos posibilidades hacia la totalidad y podremos entender un poco más acerca de nosotros mismos, no sólo en un plano terapéutico sino para la vida cotidiana.


Bibliografía para las personas que quieran profundizar:


  • Anwandter, R. (1998). Los sueños el espejo del alma. Santiago de Chile. Editorial Platero
  • Campbell, J. (1988) El poder del mito, Barcelona: Emecé. 
  • C.G.Jung (1982) Símbolos de transformación, Barcelona: Paidós
  • Kast, V. (2010), Sonhos, a linguajem enigmática do inconciente, Río de Janeiro petropolis: Editora Vozes 
  • Parker, Julia & Derek. (1995) The complete book of dreams London. Ed. Dorling Kindersley Limited.
  • Ruiz García, E. (1989). Artemidoro La interpretación de los sueños. Ed. Gredos, Madrid




















sábado, 18 de enero de 2014

El Arquetipo de la vida y de la muerte


El interés y finalidad de este escrito es poder exponer una serie de pensamientos que muchas veces no se tiene en cuenta con respecto al concepto de la vida y de la muerte como símbolo. Por eso, como arquetipo es algo netamente amplio e interesante en todas sus variantes y no me parece que se deba reducirlo a tan solo un sentido tan literal, como dos palabras que reprimimos mucho en contenido y significado. 

De ahí, la problemática en la comprensión de estas ideas, porque estas generan una serie de percepciones y valores basados en la interpretación. Es decir, que cada individuo lo interpreta como puede o simplemente a su manera. Por consiguiente, es por esa misma gran extensión por la que es también discriminada, ya que por la aparentemente división entre la psicología y el misticismo, genera un cierto aire de desconfianza y a lo mejor miedo, de un proceso natural y que esta tan inmerso de nuestra diaria realidad. Sin embargo, podemos encontrar en diferentes áreas del conocimiento y en los mismos mitos, porque al ser un proceso natural, muchas cosas se nos pasan por alto. Ante esto cito una frase de Carl Jung que tiene que ver con este aspecto: “Lo que no se hace consciente se manifiesta en nuestras vidas como destino” pero ahí es donde uno se pregunta entonces, la vida y la muerte ¿Es realmente un ciclo de la existencia? ¿Una lectura romántica? O ¿es tan solo un proceso mental? Ante esto, no queda otra que adentrarnos en la temática de arquetipo de la vida y de la muerte.
Acerca de la polaridad del arquetipo de la vida y de la muerte


Nos encontramos inmersos en un interesante dilema. En sentido que si nos preguntáramos ¿Que es la vida? y ¿Que es la muerte?. Obviamente, no terminaríamos nunca y solo abarcaríamos una pequeña parte desde la experiencia vital que cada uno haya vivido. Por que si lo miramos con literalidad, son dos palabras tan sencillas, y las utilizamos a diario pero que muchas veces obviamos su contenido, como un gran tesoro de significados. Además de una serie de fenómenos y hechos que en su mayoría no se tiene ni la menor idea. Por eso es que pocas veces, siquiera uno reflexiona y no termina de caer en cuenta de la amplitud estas dos palabras. 

En el pasado de los pocos filósofos antiguos que se dieron a esta tarea de dejar algo de este conocimiento de la polaridad: vida y muerte. Incluso, una propuesta de comprensión acerca del significado de este proceso psicológico y la necesidad de expresar equilibrio. 

La propuesta de la enantiodromía de Heráclito, nos permite exponer la idea de que existe un imperativo categórico o espíritu rector de la psique, que organiza y se estructura generando una compensación:
"Cuando estamos vivos, nuestras almas están muertas, y enterradas en nosotros, pero cuando estamos muertos, nuestras almas vuelven a la vida". (Confort, Pág. 81).
Entonces, vemos que la riqueza simbólica, es cuando partimos de un proceso de transformación y unidad, donde el rol más importante es el de un desarrollo psíquico y un porvenir físico que es innatamente común a todos los seres humanos como un proceso energético. Es decir, un modelo de totalidad exponiendo el paso a paso: 
"De vida nace muerte, de muerte vida, de juventud vejez, de vejez juventud, de vigilia sueño y de sueño vigilia, la corriente del engendrar y el perecer no se detiene nunca". (Zeller, Pág. 456).

Por eso, es pertinente saber que el arquetipo mantiene un carácter de unidad, como el símbolo de la totalidad en donde se regiría como un símbolo estructurante de la integración de los contenidos psicológicos. Sin embargo, al hablar de totalidad me estaría adentrando en cierta complejidad del abarcar el “todo”.Pero, para dar una idea más concreta podemos sintetizar está problemática del ciclo vital y sus fases, a modo de ver la vida como un proceso energético, entre el paso de la niñez hasta la vejez, exponiendo el modelo de totalidad en un ciclo de las fases solares. Es decir, el recorrido de las estaciones y como antiguamente se expresaban los equinoccios en su curso diario: nacimiento, mañana, tarde y ocaso. Pero en este caso, sería un proceso circular desde un referente al despliegue de la vida psíquica comenzando con el nacimiento, la muerte y nuevamente un renacer. Ante esto, Gerhard Adler dice:

“Toda la naturaleza descansa sobre un doble principio el de crecimiento y descomposición.La descomposición sin embargo no es un sinónimo de destrucción sin oque implica más bien la transformación en un nuevo crecimiento. La descomposición no significa una muerte completa, sino una disolución de la estructura actual como algo preliminar a un renacimiento bajo otra forma”. (Adler, Pág 138).

Por lo tanto, la polaridad del arquetipo esta en una constante elaboración y re-elaboración simbólica ante los sucesos que la existencia nos impone, con la finalidad de formar y transformar cambios de actitud y personalidad. De manera que son varios los procesos a llevar a contemplar, porque uno entra dentro de lo existencial, es decir con la fascinación por lo nuevo y el desapego de lo que ya murió o que ya no sirve más, para prepararnos a la última función con respecto a la muerte física. Una realidad muy concreta tal cual la sentencia: “Del polvo vienes y en polvo te convertirás”.

La importancia de este saber, en cuanto a reflexionar lo que es de significación vital en este proceso de identificar las expresiones del arquetipo de la vida y de la muerte. Porque nuevamente el problema se da entorno a las diferencias entre las concepciones y percepciones de una persona y otra. Es decir, que lo que le pueda parecer a una persona benéfico a otra le puede maléfica o viceversa. Por lo tanto, lo que se debe hacer es replantear los supuestos de los concepto y mirar sus bases, en otras palabras el conocer el contexto, no es que solucione el problema pero por lo menos así tener herramientas con las cuales poder hacer frente a las demandas de los símbolos. Y sobretodo estar atento a lo que quiere decir el símbolo o por lo menos bajo en que contexto esta . Ante esto quisiera mostrar esta idea con una interesante Relato Zen:

"Cierta mañana, Buda estaba reunido con sus discípulos cuando un hombrese aproximó:-¿Existe Dios?- preguntó:-Existe- respondió Buda.Después del almuerzo, se acercó otro hombre:-Existe Dios?- quiso saber.-No, no existe-dijo Buda.Al atardecer un tercer hombre hizo la misma pregunta:-Existe Dios?-Tendrás que decidirlo tú- respondió Buda.En cuanto el hombre se fue, un discípulo comento indignado:-Maestro, ¡que absurdo! ¿Cómo es que das respuestas diferentes para lamisma pregunta?-Porque son personas diferentes y cada una llegará a Dios por su propio camino.El primero tendrá fe en mi palabra.El segundo hará todo lo posible para probar que estoy equivocado.Y el tercero sólo cree en aquello que es capaz de escoger por sí mismo".

De manera que lo importante es identificar, y poder amplificar algunos contenidos que están inmersos a la categoría y polaridad del arquetipo de la vida y la muerte, independientemente de la edad o ciclo que se encuentre se pueda hallar ese punto de irrupción que a veces las vivencias existenciales generan, experiencias en un sentido privilegiado para la persona que lo experimenta. Pero, como no es una situación probatoria y los que no se han o habían dado cuenta de la importancia de contemplar esta polaridad, es que cuando se esta en la ceguera del materialismo y el positivismo científico, así los pensamientos dogmáticos sobresalen ante la negación de este fenómeno que está en nuestra vida e incluso en nuestros últimos días. 

Para Joseph Campbell, el mito como precepto fue desacreditado a partir del desarrollo de la ciencia: 

"El hombre moderno no se guió más por el mito para interpretar y representar todas aquellas fuentes profundas de toda su existencia porque el pensamiento científico suplió al pensamiento primitivo". (Campbell, Pág. 144).

Por ende, al no dar un sentido a los símbolos de manera contemplativa, es que se fue perdiendo ese conocimiento vital a tal punto que la tecnología y la ciencia se transformaron en los nuevos preceptos de adquirir conocimiento, pero a veces por ignorancia es simplemente algo propiamente de la transformación o evolución de los tiempos. Y no está por demás advertir, que más que recetas o ideas se promueva la reflexión porque más allá de todo estamos hablando de la vivencia, del ser y la idea del arquetipo de la vida y la muerte como un proceso importante y de gran responsabilidad en cuanto pensamos, decimos y hacemos con nuestra existencia. 


Bibliografía para aquellos que quieren profundizar:

  • Adler. G. (1966) El ego y el ciclo de vida G.P Putmam´s Sons, New York
  • Campbell, J. (1959) El héroe de las mil caras. psicoanálisis del mito. Fondo de cultura económica. México 
  • Cornford, M.F (1923) Greek religious thought, From Homer to age of alexander. Londres 
  • Zeller, E . (1856) Die Philosophie der Griechen. Tübingen

sábado, 11 de enero de 2014

Rosarium Philosophorum: una aproximación simbólica al entendimiento del fenómeno transferencial


El Rosarium Philosophorum

El rosario de los filósofos, se imprimió por primera vez en Frankfurt en 1550 como la segunda parte de un compendio alquímico Rosarium philosophorum De Alchimia veterum opúsculos complura (http://catalogue.bl.uk/ Rosarium Philosophorum. Secunda pars alchimiae pt. 2. 1550. 4º). Es pertinente aclarar que este término no tiene nada que ver con la idea católica del rosario. "Rosarium" se refiere a una reunión de los dichos de los filósofos. El texto latino del Rosarium es tan sólo una colección de los dichos de la alquimia y otros filósofos. El texto es en sí es muy interesante, además, es animada por la inclusión de una serie de 20 grabados en madera. Hay un grabado en madera sobre la portada que muestra seis filósofos contendiente y esto nos vincula con la idea de una "Rosarium" como una colección de sus dichos. La serie de 20 grabados en madera aparece con texto en lengua alemana (no del latín del texto del libro) de algunos versos, y por lo tanto puede haber sido tomado de algún proyecto de impresión distintos de un libro en alemán. Sin embargo, hay un manuscrito alemán con algunas imágenes similares al parecer anteriores al Rosarium.(Alchemical Manuscripts in the British Library Sloane 2000-3000.)

Así Carl Gustav Jung, descubrió en sus investigaciones sobre alquimia este manuscrito el cual le proporcionó la información pertinente para amplificar sus ideas acerca de su psicología de la transferencia, más allá de lo que sé tenía entendido sobre la transferencia. Además, de hallar una nueva perspectiva acerca del fenómeno transferencial por medio de una serie de imágenes alquímicas. Es decir, que Jung se dio cuenta que había encontrado por medio de la alquimia una manera para poder exponer conocimientos que estaban relacionados entre las imágenes y su contenido anímico dentro del proceso de la practica psicoterapéutica pero que no estaba en un contexto racional sino en un contexto simbólico.


La importancia de la Coniunctio y la Coniunctio Oppositorum 


Teniendo en cuenta, el contexto de las imágenes y su vinculación con el fenómeno transferencial es pertinente hacer una pequeña revisión en cuanto a estos dos conceptos en la obra alquimia, para así servir de puente para comprender la importancia que da Jung a la Coniunctio y la Coniunctio oppositorum en su obra en cuanto a la explicación de la transferencia. 



Para ayudar a contextualizar, es pertinente enunciar que para Jung, “La coniunctio es una imagen a priori que desde la antigüedad ocupa un lugar sobresaliente en el desarrollo del espíritu humano”. (C.G.Jung  O.C # 16 Párr. 355). Así pues, los términos coniunctio y coniunctio oppositorum que se refieren al matrimonio sagrado, a la unión de nuestro espíritu divino con el alma y finalmente con el cuerpo. En este sentido la comprensión de la coniunctio es básicamente con la experiencia de la unidad de los opuestos y puede ser interpretado de varias maneras. 



Para Jung, pueden ser expresiones, paradojas con los dichos  y  símbolos de humanos con figuras legendarias (por ej: Dragón, Fénix, Salamandra, etc.) o animales. "Que tienen como propósito mostrar el misterio de la doctrina del despertar de la consciencia. Que en este caso trasciende al sentido literal de las palabras dejando a un lado el pensamiento discursivo lógico-racional para expresarse de manera simbólica. Esta idea sigue el mismo estilo que la doctrina Zen del Kōan y Satori". (C.G.Jung   O.C # 11 Párr. 880-881-884)



Por otro lado, se sabe que en la alquimia existen varias imágenes y escritos que sostienen la existencia de varias imágenes opuestas, la más comunes son el agua y el fuego, la sequedad y la humedad, calor y frío, volátil y lo fijo, lo corporal y lo espiritual, el Sol y la Luna de oro y plata, círculo y cuadrado y así sucesivamente. La unión de estos opuestos, constituye ya una coniunctio. Además la Coniunctio es también vista como la unión de las energías divinas o espirituales con las energías terrenales. Incluso, la coniunctio tiene una clasificación sugerida por Gerdhard Dorn: "Primero que sucede con la -separatio-, es decir cuando el alma se separa del cuerpo cuando el hombre se hace consciente de los dos. El alma y el espíritu se unen, lo que él llama unio mentalis. Como el hombre es ahora consciente de su cuerpo separado de su alma y espíritu, es una muerte voluntaria del cuerpo, por ejemplo uno no expresa sus impulsos negativos. La segunda coniunctio es la unio mentalis combinado con el cuerpo purificado. Y la última es la combinación del espíritu-alma-cuerpo: el Unus Mundus". (Forman, Pág. 130)



Así pues, el Unus Mundus es el mundo el potencial del primer día de la creación, cuando no existía nada en realidad. Es decir, en dos, pero sólo de uno. Esa es la clave de entrada en la unidad, donde se experimenta el todo como una sola cosa.

Jung retoma este concepto de Gerdhart Dorn sobre la concepción de la idea coniunctio, que para el autor, expresa un arquetipo: "El arquetipo de la unión de los opuestos. De modo, que al tener dichos conocimientos de este arte, Jung pudo elaborar el paralelo entre las imágenes y los contenidos hallados en el Rosarium Philosophorum con lo que sucede en el proceso transferencial". (C.G.Jung O.C # 14 Párr.722) 
En palabras de Jung:

“Es precisamente la psicoterapia la que exige investigaciones de este tipo, pues ya es imposible negar que los trastornos mórbidos de la psique no se pueden explicar exclusivamente ni a partir de cambios corporales ni a partir de procesos inconscientes, sin oque hay que añadir un tercer factor: Los procesos inconscientes hipotéticos”.

Sin embargo, Jung aclara que este calificativo de "procesos inconscientes hipotéticos es debido a que la definición inconsciente no está al alcance de la observación directa, y sólo puede ser deducido". (C.G.Jung  # 12. Párr. 3). 

Por lo tanto, los contenidos e ilustraciones del Rosarium Philosophorum corroboran sus hipótesis planteadas en psicología y alquimia, en cuanto a la relación entre lo consciente e inconsciente.

De manera, de dar una aproximación simbólica de todo el proceso de manera integral. Incluso, de dar una amplia valoración y limitación al problema del abordaje del fenómeno transferencial por medios intelectuales.  

Ante esto, Jung hace una profunda reflexión acerca de esto y plantea que el fenómeno transferencial varia según la tipología y la personalidad de cada persona. Con respecto a este punto, Jung hace una curiosa metáfora al respecto: “Se puede comparar la transferencia con esos medicamentos que para una persona son un remedio y para otra veneno puro”. (Jung, 2006).  

Entonces, la problemática en este procedimiento es de carácter dialéctico y esta en una continua interacción entre los sistemas psíquicos de los tipos de relación que se pueden presentar: nivel personal, entre parejas y cónyuges, a nivel familiar entre padres e hijos, a nivel profesional entre directivos y empleados y por último, a nivel terapéutico entre analista y paciente. Entonces, en este sentido quiere decir que hay un compromiso alto de inconsciencia en los procesos donde nadie queda exento.

De esta manera, se abre una nueva perspectiva empírica sobre la concepción de Jung acerca del fenómeno de la transferencia apoyada de la exposición de los contenidos simbólicos del Rosarium Philosophorum.


Consideraciones Finales

Por lo tanto, hay que tener en cuenta a profundidad todo el proceso en general, desde el proceso de encuadre, empatía y la distancia entre los diferentes roles y tipos de relación que se presenten. Ya que el proceso se vivencia en dos niveles el Consciente y el Inconsciente. En este caso, es encontrar esa afinidad entre ambas constelaciones, ya que esto esta muy influenciado en la tipología personal de los individuos. En donde siempre va a ver contenidos en donde se van a compensar, por ejemplo el caso de un extravertido con actitud sensación en su vida consciente y pensamiento en su vida interior y un introvertido con actitud intuitiva y pensamiento en su vida interior. De modo, que esto es lo que permite que haya la manifestación de los componentes arquetípicos e inconciente. Lo cual como dice Hillmann en el mito del análisis: ”La transferencia lo que hace es engañar al Alma en sus necesidades u al Eros en sus deseos”.(Hillmann, 2000). 

Entonces por tipología es importante tener en cuenta este asunto, ya que en palabras más palabras menos la cuaternio se manifiesta en la contra transferencia y en la transferencia. A esto Jung dice que: “Sino existe el vinculo del amor, les falta alma”. Lo cual es otro aspecto a tener en cuenta. Ya que esto simplemente se lleva a cabo si en el proceso se encuentra el punto de equilibrio entre las psiquis de los individuos y sus dualidades: mundo interno-externo, introvertido-extrovertido, sensitivo-intuitivo, racional-emocional, etc.

Bibliografía para aquell@s que estén interesados:
  • British Library, Integrated catalogue. Rosarium Philosophorum. Secunda pars alchimiae. In : Alchymia. De alchimia opuscula complura, etc. pt. 2. 1550. 4º.
  • http://catalogue.bl.uk/
  • http://www.alchemywebsite.com/virtual_museum/rosarium_philosophorum_room.html
  • Forman. R. K. (1998) The innate capacity: mysticism, psychology, and philosophy. Oxford University Press. Inc.
  • Hillmann, J. (2000) El mito del análisis. Ediciones Siruela S.A.
  • Jung C.G. (2008) Acerca de la Psicología de la Religión Occidental y de la Religión Oriental. Vol. 11. Ed. Trotta.
  • Jung C.G. (2005) Psicología y Alquimia. Vol. 12. Ed. Trotta S.A.
  • Jung C.G. (2006) La practica de la psicoterapia. Vol.16 Ed. Trotta S.A.